Arañas

Existen más de 42.000 especies, aunque sólo algunos grupos son realmente peligrosas para los seres humanos.

Las arañas tienen longitudes corporales que oscilan entre los 0,5 milímetros y los 9 centímetros, su cuerpo está dividido en dos regiones, el cefalotórax y el abdomen, un par de quelíceros (apéndices acabados en punta que se usan para agarrar el alimento), un par de pedipalpos (apéndices sensoriales de la parte anterior del arácnido) y cuatro pares de patas locomotoras.

Son depredadoras de pequeños animales, tienen glándulas venenosas, con las que paralizan a sus presas y producen seda, llamada telaraña, que usan para tejer redes de caza, tapizar refugios e incluso hacerse llevar por el viento. Se alimentan de presas singulares que capturan activamente. Algunas producen una telaraña en la cual las presas caen por accidente, enredándose y pegándose en ella, otras cazan al acecho, en el suelo o sobre la vegetación, detectando a sus presas por las vibraciones del sustrato o con sus ojos.

La gran mayoría de las arañas son venenosas, en general son más venenosas las arañas que cazan activamente que las que capturan sus presas al acecho o por medio de una red. Como regla general, las arañas son demasiado pequeñas para atravesar la piel humana con sus quelíceros, de las que pueden hacerlo la mayoría producen efectos someros y locales, pero unas pocas especies pueden producir intoxicaciones sistémicas severas o necrosis